En el día de hoy nuestro país ha perdido a uno de los
hombres más importantes de nuestra historia reciente, con profunda tristeza,
desde el Museo Adolfo Suárez y la Transición en Cebreros, su localidad natal, lamentamos
su pérdida y nos unimos a la despedida de una persona ejemplar que con su
valentía, dignidad y capacidad para alcanzar consensos contribuyó a cambiar la historia, a no
repetir los errores del pasado e instaurar con éxito la Democracia.
La Transición Política española fue una obra colectiva,
pero sin Adolfo Suárez, sin el
Presidente del Gobierno que lideró y pilotó el proceso, sin su capacidad y su permanente disposición al diálogo,
sin su ingente esfuerzo, muy probablemente no hubiera sido posible.
La Democracia de
la que hoy disfruta nuestra sociedad es su legado político, en ella se plasma
el resultado de su proyecto para fortalecer el país y lograr la convivencia. Estamos
en la obligación de reivindicar su legado, de tenerle presente y convertirle en
el ejemplo a seguir por todos los líderes. Si entre todos recuperáramos sus
valores, en una medida muy importante, seríamos capaces de superar los
problemas actuales y ganar el futuro para nuestro país.
El Museo Adolfo Suárez y la
Transición nació con el objetivo firme de realizar el necesario homenaje a una
etapa fundamental de nuestra historia, los valores y las personas que la
hicieron posible, con especial referencia a la figura de Adolfo Suárez,
facilitando la investigación y contribuyendo a su mejor conocimiento. Es este un
homenaje de todos los españoles para mantener vivo el espíritu de la Transición
que hoy se reafirma, desde el profundo pesar provocado por la pérdida de su
principal protagonista, como el espacio óptimo para reivindicar la
necesidad volver a instaurar la concordia y reconocer la democracia y la
Constitución como las bases sólidas sobre las que sustentar nuestra sociedad.