El Museo de Adolfo Suárez y la Transición volvió a recoger un nuevo testimonio de la época, en este caso con la periodista y escritora Nativel Preciado, que participó en el ciclo ‘El español en la Transición’, organizado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua en colaboración con la Diputación Provincial.
Recibida por el alcalde de Cebreros, Ángel Luis Alonso, la profesional de la comunicación ofreció una conferencia especial, casi a modo de entrevista, en la que, según destacó antes del inicio del acto, iba a hablar de cómo su visión de la Transición «ha ido cambiando a lo largo del tiempo, yo fui testigo privilegiado de aquellos días, entonces tenía una visión que fue evolucionando y con la distancia se ha ido asentando y tengo una visión muy equilibrada de la importancia que tuvo la Transición. No es la etapa tan gloriosa y magnificada por alguno de sus protagonistas pero desde luego nada que ver con el descrédito a la que se la somete en este momento».
Aún así cree que para dar a este periodo el valor que merece tiene «que pasar más tiempo, los procesos históricos se asientan en la forma de pensar de la gente y por parte de los historiadores cuando no quedan muchos testigos de aquellos días que tratan de arrimar el ascua a su sardina. Los de entonces quizá ensalzaban mucho la nostalgia, la melancolía que hace engrandecer los acontecimientos y como ahora hay una corriente antitransición están un poco distorsionada la idea. Yo creo que se asentará dentro de poco tiempo y lograremos una idea exacta de ese fenómeno histórico, que lo fue y muy importante».
Un proceso parecido se ha vivido con la figura de Adolfo Suárez, del que comentó que ha sido «uno de los políticos peor tratados cuando ejercía el poder, cuando se hizo cargo del Gobierno y llevó a cabo todas las reformas que vistas desde ahora eran radicales. Según avanzó, cuando tuvo más dimensión histórica es con la dimisión, con el acto del valor, que tuvo muchos, no solo con el golpe del 23F cuando se quedó de pie, sino que con el paso del tiempo y comparándolo con el resto de los políticos que protagonizaron la historia democrática ha cobrado muchísimo más valor».
En cuanto a sus recuerdos de la época de la Transición, destacó que en «aquel momento lo vivíamos llenos de incertidumbre y con muchas esperanzas pero como había tales sobresaltos en cada momento siempre pensábamos que aquello no podía salir adelante, con poca confianza incluso en sus protagonistas».
Mientras, recordaba, «la gente se movilizaba, los ciudadanos estaban absolutamente movilizados, sobre todo en determinadas zonas como Madrid, Cataluña y el País Vasco, no toda España. Había mucha movilización, exigencia de apresuramiento, que se llegase pronto al proceso democrático y se pensaba que los protagonistas del momento no iban a ser capaces de sacarnos de aquella situación. Cuando nos sacaron, algunos, yo concretamente con el golpe del 23 F, que como era cronista parlamentaria me pilló dentro del Congreso, me convertí un poco a valorar los pocos o muchos logros que se habían conseguido hasta ese momento en la Transición y ese proceso le sucedió a mucha gente». Fuente: Diario de Ávila. Beatriz Mas